Lechuguinos

La actividad comercial en el Amazonas ejecutada por industrias protegidas por Jair Bolsonaro, ha provocado graves incendios en el pulmón del planeta.

El fuego está destruyendo «el pulmón del planeta» a una velocidad récord: solo en lo que va de año se han producido más de 40.000 incendios en la zona de la Amazonía brasileña, más de la mitad de los que ha habido en todo Brasil (72.000 hasta agosto), por lo que se acusa al presidente de ese país, Jair Bolsonaro, de amparar las industrias que destruyen la selva que da vida a la tierra.

Por su parte, el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil reconoce que los incendios han aumentado en lo que va de año más del 80% si se compara con el mismo período de 2018.

Unos datos que no le han gustado nada a Bolsonaro, que en respuesta despidió al director del INPE, Ricardo Galvao, el pasado 2 de agosto tras la publicación del informe, acusándole de fabricar los datos a base de mentiras.

«Quienes deforestan y destruyen la Amazonía se sienten alentados por el discurso y las acciones del gobierno de Bolsonaro que, desde que asumió el cargo, ha hecho un verdadero desmantelamiento de la política ambiental del país», señaló en un comunicado Danicley Aguiar, vocero de la organización Greenpeace en Brasil.

Bolsonaro, acosado por las crecientes críticas, ha insinuado también que organizaciones no gubernamentales (ONG) pueden estar por detrás de los incendios desatados en la Amazonía.

«Puede haber, sí, y no estoy afirmando, una acción criminal de esos ‘oenegeros’ para llamar la atención contra mi persona, contra el Gobierno de Brasil, y esa es la guerra que nosotros enfrentamos», declaró a periodistas Bolsonaro, cuyas agresivas políticas para la explotación comercial de la Amazonía han levantado polémicas.

Sin embargo, debido a intereses capitalistas, el presidente ha evadido el tema de la actividad industrial y comercial que ha generado una deforestación del pulmón verde.

Redacción Lechuguinos+Agencias