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Este jueves fue encontrando en la localidad de Ureña un galpón con productos venezolanos que estaban listos para ser sacados del país de contrabando hacia Colombia

Gracias al despliegue de la operación Centinela donde participan entre otros organismos, Sunagro, REDI Andes, Seniat y la Sundde, hoy fue posible la detección de un galpón situado en la localidad fronteriza de Ureña, en el estado Táchira, repleto de cientos de productos y materiales de producción venezolana los cuales serían pasados de contrabando al vecino país.

Desde cauchos, pinturas, gasolina, cabillas, distintos rubros alimenticios y otros materiales estratégicos, fueron hallados en el lugar. Los mismos que se dificulta conseguir de manera regular en los establecimientos comerciales donde deberían estar vendiéndose al pueblo venezolano.

Por el hecho está detenido un ciudadano colombiano cuya identidad no ha sido revelada hasta el momento, quien es solo una pieza en el organigrama de grupos organizados que se dedican al contrabando de extracción de un país a otro.

Esta es una pequeña muestra de cómo operan distintos grupos criminales en las zonas fronterizas con Colombia, quienes no descansan un solo día en arrebatarle la posibilidad a los venezolanos de adquirir todos estos productos y materiales dentro del territorio nacional y al precio legal establecido.

Cabe destacar, que el vecino país durante décadas a desangrado a la nación bolivariana,  a través de la extracción de todo tipo de productos bien sea de primer necesidad, como productos que a simple vista parecen insignificantes como ganchos para el cabello, bisuterias, en fin, todo tipo de productos. Ya basta de tanto carudirismo de parte de los bachaqueros.

Como parte de la guerra económica  impuesta desde el imperio norteamericano asimismo uno de sus aliados es el presidente colombiano Juan Manuel Santos quien apoya a criminales de la frontera dedicados a contrabandear gasolina y productos de la cesta básica donde todo pasa a través de las llamadas trochas y pasar desapercibida de los funcionarios de seguridad en las alcabalas.

Redacción Lechuguinos