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Foto: Lechuguinos.com

Pedro Pablo Kuczynski está en pico e’ zamuro, porque la hija del criminal que él indultó para salvarse de un juicio político, le volteó la jugada y podría dejar el poder por incapacidad para gobernar por corrupto

En un intento de buscar de qué palo agarrarse para que no lo saquen del poder, Pedro Pablo Kuczynski dice que, de concretarse el objetivo que lidera la congresista Keiko Fujimori, sería víctima de un “golpe de Estado”.

“Yo no creo que va a pasar, pero sería un golpe de Estado”, dijo Kuczynski en una entrevista para victimizarse.

 “Yo no he hecho absolutamente nada ilegal. De lo que me acusan son cosas que ocurrieron hace doce, quince años atrás y que nada tienen que ver con mi gobierno», refirió a las ganancias obtenidas entre los años 2004 y 2007, que lo vincula con el escándalo Odebretch.

Agregó que se trata de revanchismo por parte de la hija del expresidente Alberto Fujimori, a quien Kuczynski le ganó las pasadas elecciones presidenciales en 2016. Obviando el mencionado caso, y el indulto en diciembre, pasando por encima la condena por el horror vivido bajo el fujimorismo.

En su puesto de víctima, Kuczynski atribuye la casi nula aceptación de la población solo a los medios, tratando de convencer a la gente de que no ha “hecho nada malo”.

“Yo estoy muy conectado con el pueblo, lo que pasa es que tengo algunos medios adversos y el Congreso me hace bastante bulla, y es un Parlamento dominado por un sector”, dijo.

Lo único con lo que él está conectado es el poder, pues no lo quiere soltar a pesar de que existen pruebas y regulaciones de la corrupción palpable en menos de dos años de mandato. Además de sumarse a la desestabilización de Venezuela, junto a otros gobernantes de la derecha latinoamericana.

Redacción Lechuguinos