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El obispo de Táchira, Mario Moronta, aprovechó como siempre una de sus misas, para escupir todo el veneno que lleva por dentro en contra de Venezuela.

Poseído por su padre satanás, el triste y vergonzoso obispo de Táchira, Mario Moronta, dejó salir todo su odio y veneno que lo carcome en medio de una misa en San Cristóbal, haciendo de “la casa de Dios”, una tribuna política donde fomenta la división entre los venezolanos.

Moronta, líder de las guarimbas en la región andina y defensor de delincuentes y paramilitares, aprovecho una misa para hacer un llamado abierto al derrocamiento del Gobierno Constitucional, remedando el disco rayado utilizado por Juan Guaidó del “cese de la usurpación”.

Imaginamos que a la usurpación a la que se refiere Mario Moronta en el video que acompaña a esta nota, es a la hecha por él y por la Conferencia Episcopal Venezolanas, quienes se han abrogado el derecho de ser los “enviados de Dios a la tierra”, cuando realmente son una cuerda de inmorales y golpistas que esconden sus fechorías detrás de una sotana.

¿Qué diría el papa Francisco, al ver como un grupito de curas ha prostituido la Iglesia Católica en Venezuela?, sería importante conocer su opinión.

Redacción Lechuguinos