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Foto: Lechuguinos.com

Las autoridades colombianas detuvieron a 11 venezolanos opositores que trabajaban ilícitamente en Pamplona y serán deportados

El día de ayer, 25 de marzo, en la ciudad de Pamplona, en el departamento de Norte de Santander en el vecino país de Colombia, autoridades colombianas detuvieron con fines de deportación a 11 opositores venezolanos que trabajaban de manera ilegal según informó el sábado la policía en un comunicado oficial. Los ciudadanos de derecha siguen haciendo pasar pena a Venezuela.

“Las once personas de diferentes edades y provenientes en su gran mayoría del estado Táchira, no contaban con pasaporte vigente y se encontraban de manera irregular en las calles del municipio de Pamplona ejerciendo trabajos informales”, indicó la policía de Pamplona.

Las 11 personas detectadas sin los documentos necesarios para permanecer en Colombia fueron llevados a la fronteriza ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander, “para ser dejados a disposición de Migración Colombia, quien dispondrá su regreso a la República Bolivariana de Venezuela”, añadió el comunicado, que seguramente vino por la distorsión que hubo entre los dos países por los militares venezolanos y paramilitares en los últimos días.

Los opositores venezolanos continúan dando de qué hablar en el exterior, pero no de buena forma, sino de manera bastante molesta, haciendo quedar mal a nuestra patria. Justo así fueron las personas en Panamá, quienes en Carnaval intentaron chanchullear al país centroamericano. Son muchos los casos de opositores indolentes y sinvergüenzas en el exterior, incluyendo países latinoamericanos, como el caso de Ecuador o República Dominicana, así como también se han presentado casos de terror en el imperio y en Europa.

¿Acaso los opositores intentan dañar y perjudicar todos los países a los que pisan? ¿Les costará tanto seguir las leyes y portarse como es debido? Igual, si ni siquiera pueden cumplir las leyes en su propio país y hacen locuras aquí, ¿qué se podrá esperar de ellos? Después preguntan por qué nadie los quiere.

 

Redacción Lechuguinos