Rafael Poleo
Foto: Lechuguinos.com

El palangrista y periodista, Rafael Poleo, fue detenido en Cartagena, Colombia, por agentes de la Interpol

El día de ayer, 26 de febrero, el periodista y prófugo de la justicia, Rafael Poleo, fue detenido en la ciudad de Cartagena, en Colombia, cuando se disponía a asistir a un congreso político. Entre funcionarios de la Interpol y de Inmigración del país, incautaron su pasaporte, pero la peor parte es que el pseudoperiodista venezolano culpó al Gobierno Constitucional de Nicolás Maduro por sus delirios de persecución política, la carátula falsa que monta la derecha fascista de Venezuela.

A través de su cuenta @PoleoRafael en la red social Twitter, el palangrista y golpista trató de reclamar su detención, al incautarle su pasaporte por más de una hora, pero, principalmente, para descargar su furia contra el Gobierno Venezolano y continuar con la novela que se presenta en varios puntos de la oposición venezolana.

“Estoy detenido en Cartagena, Colombia, por denuncia del gobierno de Venezuela”, publicó el pseudoperiodista, pero minutos luego, escribió que había sido liberado y le autorizaron su ingreso a Colombia.

Francisco Poleo, hijo del prófugo de la justicia venezolana, comentó que no pasó a mayores y no había que preocuparse mucho al respecto, pues no es la primera vez que pasa algo por el estilo al palangrista de su padre. “Desde hace años hay una orden de detención en su contra. No es la primera vez que pasa, ya había pasado una vez en Milán”, dijo.

Sus declaraciones nos hacen pensar que, en realidad, Rafael Poleo sólo utilizó la detención para continuar la guerra psicológica que la oposición intenta volcar sobre el gobierno venezolano, cuando lo cierto es que no busca la verdad sino los intereses imperiales de la misma derecha mundial.

Finalmente, cabe destacar que Interpol mantiene una alerta contra el prófugo Poleo desde hace casi un año por haber ayudado a comprometer información de la nación y contribuyó a la guerra mediática, siendo un completo traidor a la patria.

 

 

Redacción Lechuguinos