Oposición
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A la oposición política y mediática acaba de ocurrirle algo que recuerda al adagio “éramos muchos y parió la abuela”.

La empresa de sondeos de opinión Ratio, perteneciente a la Universidad Católica Andrés Bello, que suele relacionarse con la oposición, emitió los resultados de uno de sus más recientes estudios de opinión.

Este concluye que el Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica ha sido un éxito, al menos en lo que respecta a la forma como es percibido por la opinión pública.

La difusión de esta encuesta ha sido tanto para los dirigentes partidistas como para las figuras mediáticas opositoras como una sucesión de ganchos, jabs, rectos y uppers recibidos por un boxeador inerme, que hace rato está contra las cuerdas.

Dado su origen institucional, de la inequívocamente antirrevolucionaria universidad, los factores opositores no han podido descalificar el estudio demoscópico, como hubieran podido hacerlo si se tratara de un material producido por alguna firma encuestadora de las que se consideran asociadas al Gobierno.

A favor de las medidas

El sondeo revela que la imagen general del Gobierno mejoró con el programa de medidas económicas. Particular apoyo ha tenido el aumento salarial, visto como positivo por casi 70% de los consultados. También valoran favorablemente el subsidio directo al combustible a través del carnet de la Patria.

La reconversión monetaria también tiene más de 60% de aprobación. Incluso, una medida bastante abstracta para la mayoría de las personas, como es el anclaje del salario al petro, es apoyada por 41% de los encuestados.

Estas apreciaciones de la población marchan en dirección opuesta a las de los expertos habitualmente consultados por los medios de comunicación que se presentan como independientes y también contradicen la opinión de los llamados influencers de las redes sociales, quienes han cuestionado severamente el plan económico desde el mismo momento en que fueron anunciadas las primeras medidas.

Y no es todo: la oposición de mal en peor

La fotografía del estado de la opinión pública captada a principios de septiembre no solo muestra el impacto positivo del Plan de Recuperación, sino que también pone en evidencia el colapso de las organizaciones y los liderazgos opositores.

El diagnóstico que arroja el sondeo es que la oposición vive su peor momento en años. Con toda seguridad es el peor desde que su adversario directo pasó a ser el presidente Nicolás Maduro, tras el fallecimiento del comandante Hugo Chávez. En términos matemáticos, la derecha solo cuenta con un voto duro de 20%, mientas el chavismo se mantiene por encima del 30%.

Otro aspecto muy significativo es que la mayor parte de la gente les asigna a los empresarios la culpa de la escasez de productos, las colas y altos precios. Por eso mismo, un porcentaje importante se muestra de acuerdo con las detenciones de gerentes de automercados y tiendas.

Racionalización: es por la censura

Algunos analistas de temas comunicacionales, voceros de medios e influencers de redes sociales han intentado asimilar esta especie de golpiza culpando a los dirigentes políticos opositores que han roto la unidad. Argumentan que la mayoría de la población sigue rechazando  a Maduro y es partidaria de las fuerzas opositoras, pero está decepcionada de sus líderes y de la ausencia de una coalición que aglutine a todos los sectores autodenominados democráticos.

Otros optan por racionalizar el resultado adverso, atribuyéndoselo a la “hegemonía comunicacional del Gobierno” y a la supuesta censura de todas las formas independientes de información. Aseguran que la población solo está recibiendo la versión del Gobierno, a través de las cadenas de radio y televisión y de los medios públicos. Añaden que los medios privados convencionales están autocensurados o muy limitados en su circulación por falta de papel e insumos.

Estas afirmaciones, por cierto, caen en contradicción con lo que siempre han afirmado estos mismos voceros acerca de la escasa audiencia tanto de las transmisiones conjuntas de radio y TV como de los medios estatales.

Redacción Lechuguinos