A estas alturas del partido es de conocimiento público que en el carácter sociópata de la derecha venezolana existe un profundo deseo de autodestrucción social, que además no establece un límite claro entre la política y el espectáculo. Es así pues, que podemos ver la frivolidad de un artista del show business haciendo proselitismo político barato.
Estos artistas responden a una estrategia barata de marketing impuesta por sus patrocinantes que tienen una intención: instaurar el neoliberalismo como sea. Es así como las estrellas del espectáculo, que son empleados de empresas Polar, P&G, Kimberly Clark y otras, se prestan para hacer show proselitista con temas tan sensibles como los niños enfermos de cáncer, por ejemplo.
Un ejemplo vivo de indolencia, showsera y tramoyera es la animadora Viviana Gibelli, quien publicó una foto en Instagram, con el fin de continuar la campaña de algunos personajes televisivos de la “hambruna”. Para ello creó una campaña de donación de una olla de sopa a los hospitales, con el lema “Muchas manos en la sopa” y utilizó la imagen de una niña de 11 años de edad, que sufre de un tumor en el maxilar superior, colocando la frase: “Para los niños que no están recibiendo comida”.
La tramoya no le duró mucho, debido a que la madre de la niña, May Castellanos le hizo saber a Gibelli: “La comida no falta, la envían del hospital Vargas, puesto que la cocina (del hospital de niños J.M. De los Ríos) está en remodelación”.
Adicionalmente, una usuaria de Facebook, llamada Joney Castellanos denunció el abuso de la animadora: “Con qué derecho usan una foto de una niña sin el consentimiento, y de paso para armar una mentira”.
Cabe destacar que la niña aparece dormida, por lo tanto Gibelli y sus cómplices (quienes tomaron la fotografía sin autorización y la usaron para la campaña), estarían cometiendo el delito de violación de la privacidad y el honor de los niños, tipificado en el artículo 65 de la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes (Lopna).
Redacción Lechuguinos
