luisa palacios
Foto: Luisa Palacios

Luisa Palacios la CEO de Citgo, designada por Guaidó trata de ocultar su realidad, para que nadie sospeche de sus verdaderas intenciones.

Con un nombre tan común, Luisa Palacios, ha logrado ocultar su origen familiar y sus vínculos sociales luego de que en  febrero de 2019 fuera designada por el proyecto Guaidó para poner a su servicio el principal activo de Venezuela en EEUU.

En realidad su nombre completo es Luisa Mercedes Palacios Alzurú y es descendiente directa de la oligarquía caraqueña. Su padre es el médico Luis Enrique Palacios Ruiz y su madre la historiadora María Luisa Alzurú de Palacios.

Ambos progenitores son a su vez miembros de familias acaudaladas de Venezuela. El apellido Palacios está relacionado con el de la madre del Libertador. Mientras el Alzurú la vincula con parte de los accionistas del CMD La Trinidad.

Por tanto es evidente que su designación sin haber sido funcionaria de PDVSA ni del sector, obedece a un plan para poner en poder de una parte de la burguesía caraqueña la riqueza petrolera

Pero además la señora Palacios Alzurú ha estado relacionada desde hace dos décadas con el sector financiero global a través de la «banca de inversión» Barclays Capital y desde 2008 con la firma de inteligencia Medley, que suministra información estratégica a entes financieros

Asimismo destaca la circunstancia de que Luisa Palacios está casada con el economista Michael Hood, alto ejecutivo de JP Morgan, principal banca de inversión y calificadora de riesgo del mercado financiero mundial. Antes trabajó junto a su esposa en Barclays Capital.

Un dato interesante que refleja el nivel de ingresos de la pareja es que en mayo de 2010 adquirieron una amplia vivienda en el condado de Hudson, New Jersey, por casi 1,7 millones de dólares. Está ubicada en 935 Bloomfield St y su construcción se remonta a 1901

Otro dato: El hermano de Luisa, Luis Enrique Palacios, fue imputado en 2005 por conspiración en un proceso contra los directivos de la organización Súmate, dirigida por María Corina Machado.

 

 

 

 

 

 

 

Redacción La Tabla