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Sebastián Piñera cumpliendo una receta neoliberal imperial pretende quitarle la jubilación digna a su pueblo, pero los chilenos salieron a la calle a defender sus derechos.

Unas 3 mil chilenos marcharon por el centro de Santiago llevando pancartas en las que se leía «Jubilación digna para todos» y «Chile merece envejecer con dignidad», entre otras consignas. Los manifestantes acusan al presidente del país, Sebastián Piñera, de favorecer solo a los empresarios.

La coordinadora pide a los legisladores que «no acepten el chantaje del Gobierno, que pretende presionar para que legislen los fundamentos que detrás de cada una de las propuestas se inscriben».

El actual modelo de pensiones en Chile fue instaurado en 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet. Consiste en un sistema de ahorro individual obligatorio, en el que cada trabajador aporta un 10% mensual de su sueldo bruto a un fondo de pensiones personal que al que tendrá acceso cuando se jubile.

Los fondos se gestionan por las denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que son empresas privadas que invierten en los mercados para rentabilizar los fondos. En Chile es obligatorio estar afiliado a una AFP y en la actualidad existen seis.

El promedio de la pensión mensual pagada en enero de 2019 por las AFP fue de unos 236 dólares, mientras que el salario mínimo en Chile es de unos 456 dólares.

El mandatario chileno anunció en octubre de 2018 una reforma que busca aumentar un 4%, de forma gradual y a cargo del empleador, la cotización en las cuentas de ahorro de los trabajadores.

Sin embargo, los chileno esperan que las AFP salgan del sistema y esta reforma anunciada por el presidente no contempla esta acción. Además, el movimiento exige que el Estado tenga un mayor aporte en el fondo de pensión.

La única participación actual del Estado chileno es en el llamado Pilar Solidario, un programa dirigido a las clases más desfavorecidas y a quienes tienen las pensiones más bajas.

Redacción Lechuguinos- Sputnik