Juan Manuel Santos
Foto: Lechuguinos.com

El gobierno del inmoral Juan Manuel Santos no quiso aceptar protocolo durante examen Periódico Universal en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra (EPU).

La misma derecha se ha encargado de dejar en ridículo al gobierno colombiano, luego de llevarse a cabo una sesión de la ONU donde se le sugirió seguir el protocolo de revisión de la crisis carcelaria, propuesta a la que este país se negó pues oculta graves índices de violaciones de derechos humanos.

Esto ocurre mientras los delincuentes de cuello blanco, apoyan fielmente los ataques de Estados Unidos contra el pueblo venezolano para cobrar su tajada.

Este protocolo, relacionado con la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, hizo énfasis en el caso de Colombia por presentar altas cifras emitidas por la Defensoría del Pueblo en el tema de condiciones que son consideradas como una tortura por la ONU.

Según sus registros, en 120 de las 142 cárceles que hay en el país, hay niveles de hacinamiento que alcanzan el 47%. Es por ello que la Corte Constitucional declaró hace más de cinco años que la situación en las prisiones de Colombia iba en contra de los derechos de los ciudadanos.

En cuanto a las recomendaciones rechazadas (28 de las 211 recomendaciones que realizaron las 86 naciones durante el EPU) están: la que hizo Uruguay, de aceptar la petición del relator especial sobre violencia contra la mujer de visitar Colombia; la de Paraguay sobre promover esfuerzos para establecer unas garantías de reparación y reintegración de refugiados colombianos en todo el mundo que quieren regresar voluntariamente al país; o las de Chipre, Nigeria, Portugal y Chile, sobre ratificar otro protocolo opcional, pero sobre la Convención de los Derechos de las Personas en Condición de Discapacidad.

De esta manera, el gobierno de Santos acaba sus días asegurando la tajada que le ofreció Donald Trump por atacar Venezuela, antes de dejarle un país sumido en delincuencia a su sucesor.

Redacción Lechuguinos