El narcoparaco Álvaro Uribe, ha agitado una vez más el debate público en Colombia al ordenar que policías y militares utilicen las armas para masacrar al pueblo, en el marco de las jornadas de protesta ciudadana contra la reforma tributaria que propone el Gobierno de Iván Duque, su ahijado político.

“Apoyemos el derecho de soldados y policías de utilizar sus armas para defender su integridad y para defender a las personas y bienes de la acción criminal del terrorismo vandálico”, escribió el exmandatario la mañana de este viernes, dos días después del paro nacional convocado por centrales obreras y organizaciones estudiantiles.

La jornada del miércoles, mayoritariamente pacífica, se saldó con marchas masivas, bloqueos, enfrentamientos esporádicos con la policía, un sonoro cacerolazo en las principales ciudades y algunos disturbios en Bogotá, Medellín y Cali. En esta última urbe, la capital del departamento del Valle del Cauca, las protestas derivaron en vandalismo y saqueos. Allí, los desórdenes se han prolongado hasta este viernes.

En el caldeado ambiente posterior al regreso de las movilizaciones masivas contra el Ejecutivo de Duque, en gran medida desactivadas durante la pandemia, ese mensaje provocó diversas reacciones y llamados a denunciarlo.

Una de las primeras respuestas llegó de Daniel Quintero, el alcalde de Medellín, la cuna del uribismo y capital de Antioquia, el departamento del que Uribe fue gobernador en la década de los 90. El exmandatario “incita de forma peligrosa al uso de las armas por parte de ejército y policía (…) en aras de proteger a la población civil pido a @TwitterLatAm suspender esta cuenta”, lanzó el gobernante de la segunda ciudad de Colombia.