Con el fin de desviar la atención del conflicto interno en Colombia, Duque con complicidad de Fundaredes se inventó atentados y culpar a Venezuela.
Juan Esteban Gómez, agente de inteligencia de la presidencia del Estado colombiano, junto a Javier Tarazona, director de la ONG FundaRedes, se intercambiaron mensajes de las dos operaciones de falsa bandera que preparaban para desviar la atención contra los abusos policiales en Colombia y responsabilizar a Venezuela: un estallido de un carro bomba en Cúcuta y un atentado contra el helicóptero de Iván Duque.
Así se desprende de las conversaciones escritas que ambos personajes se intercambiaron en la plataforma WhatsApp, develadas por el Presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, al mostrar las pruebas de la participación del gobierno colombiano en las acciones terroristas y magnicidas que fueron frustradas en Caracas a finales del mes de junio y los primeros de julio.
Durante la Rueda de Prensa desde la sede de la Asamblea Nacional (AN), el diputado Rodríguez demostró los planes violentos planeados por Leopoldo López y otros dirigentes participantes, que finalmente se suscitaron en zonas populares de Caracas, con financiamiento a criminales armados, especialmente en La Vega y Cota 905.
Engañar para culpar a Venezuela
Pero en otras de las conversaciones plasmadas en sus respectivas cuentas, el agente colombiano Juan Esteban Gómez le informa a Javier Tarazona, el 15 de junio, que estuviera atento a una de las operaciones “que tenemos planificadas“.
Pidió que estuviera activo en las redes sociales “para sacarle el jugo a lo que va a pasar en Cúcuta“, que posteriormente identificó como el “atentado explosivo” dentro de un cuartel militar. Tarazona respondió que estaría pendiente de los “parámetros de trabajo“.
“Se mantendrá una línea informativa de que el ataque es planeado y operado desde Venezuela por la guerrilla“, apuntó Juan Esteban Gómez a Tarazona mucho antes del ataque explosivo en Cúcuta.
Gómez confirmó que “el Jefe giró instrucciones de explotar las redes sociales“, ya que ese “jefe” daría declaraciones públicas una vez ocurriera el atentado “junto a los voceros internacionales“.
A las 5:29 de ese 15 de junio, Iván Duque publicó en sus redes sociales la noticia de la explosión, y ordenó al Ministro de Defensa, Diego Molano, viajar a Cúcuta “a adelantar las investigaciones que permitan esclarecer esta lamentable situación”.
El agente colombiano calmó las preocupaciones del director de FundaRedes, a quien le aseguró que el atentado daría réditos a Duque, quien se mostraría como un presidente preocupado por los miembros de sus Fuerzas Armadas. “Los voceros aliados también se estarán pronunciando y condenando el hecho y eso sirve para distraer lo ocurrido con las protestas…“, escribió, y completó la oración insertando íconos de las banderas de Colombia, Chile, EE.UU. y Ecuador.
Y como Tarazona siguió considerando que la visita de Duque a Cúcuta podía ser contraproducente, Gómez lo volvió a tranquilizar diciendo que “venderían” al presidente como protector de los organismos de seguridad colombianos. “Y que busca unir nuestras fuerzas, y ustedes reforzarán eso en las redes. Todo lo contrario al trabajo que están haciendo ustedes allá (Venezuela), que es fraccionar la moral y la imagen de sus fuerzas (FANB y policías)“.
El 23 de junio, Juan Esteban Gómez volvió a contactar a Javier Tarazona para alertarle que “dentro de dos días vamos a realizar la otra operación“, y le ordenó estar pendiente de las redes sociales para que trabajara el tema según lo acordado.
“Necesitamos que todo lo que ha pasado en los Departamentos de Colombia, lo pasemos a la frontera, desvirtuar la atención hacia los problemas con Venezuela“, ordenó a Tarazona, específicamente.
Y reveló que el ministro de la defensa, Diego Molano, trabajaría la estrategia de anunciar la supuesta investigación a los abusos de la fuerza pública para apartar la atención sobre la policía ESMAD, y enfocar sobre Venezuela todo lo que pasaba en territorio colombiano.
“Para que la opinión pública más bien victimice al Gobierno colombiano…¡Va a ser un boom, hermano!”, auguró Gómez a Tarazona, quien respondió que estaría siguiendo las instrucciones “al pie de la letra“.
El 25 de junio, tal como estaba planeado, un tuit de la presidencia de Colombia publica un mensaje de Duque, quien informa haber sido víctima de un ataque armado contra el helicóptero en que se desplazaba hacia Cúcuta. Luis Almagro fue uno de los voceros internacionales que enseguida respondió, indignado y a nombre de la OEA, por el atentado a la democracia colombiana y a la vida del presidente Duque, pidiendo que los responsables “rindieran cuentas” ante la justicia.
“¡Javi, listo!, ¿no se lo dije que iba a ser una vuelta buena?“, escribió Estéban Gómez a su amigo Javier Tarazona.
Según lo que publica la propia FundaRedes en su perfil de Twitter, ellos se dicen que: “Somos una ONG venezolana dedicada a la promoción y defensa de los Derechos Humanos”.
El presidente de la AN, Jorge Rodríguez, informó que estas conversaciones entre ambos personajes son “apenas un abrebocas” de la participación de esta ONG supuestamente venezolana y su relación con el gobierno narcoparamilitar de Duque, al mostrar el expediente identificado como Tarazona.
VTV
