Mike Pence
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El pasado miércoles el alcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto, no recibió al vicepresidente estadounidense Mike Pence, esto durante su viaje a la capital amazónica.

Cabe señalar que Mike Pence visitó un centro que acoge a venezolanos en la Región Norte de Brasil.

El Alcalde de la localidad le pidió al Vicepresidente estadounidense que respetará la soberanía y el orgullo de su país, además le dejó claro que no aceptará una intervención militar “ni en broma”. Así lo señaló a través de Twitter.

Además le dejó claro a los EE.UU. que no tiene moral para enseñarles a ellos sobre solidaridad, ya que son los menos indicados en hablar de eso.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) «reconoce el trabajo de Manaos para acoger a los venezolanos. No trate de enseñarnos a ser solidarios. Los mexicanos pueden hablar del tratamiento que su país les da», agregó.

El sitio web de la Alcaldía de Manaos explicó que Virgílio Neto «manifestó su preocupación por la presencia del gran aparato militar que acompaña a la comitiva estadounidense».

En este sentido, también «destacó el trabajo humanitario con los inmigrantes venezolanos que realiza la ciudad, en comparación con lo que hace el gobierno norteamericano con los inmigrantes mexicanos».

Cabe señalar que Vigilio Neto ya había adelantado el martes que no recibiría al Vicepresidente estadounidense, esto debido a las exigencias impuestas por la delegación estadounidense.

En este sentido, este viajaría en compañía de su esposa Karen, pero el alcalde no podía estar acompañado por su esposa, Elisabeth Valeiko Ribeiro.

«Yo estoy a las 9, él llega a las 10:40 para ver cómo tratamos a los venezolanos (…) Él quiere constatarlo solo y además, viene con su esposa y no quiere que yo vaya con la mía. Yo no gano nada con ver al vicepresidente Pence. Él no gana nada con verme a mí, entonces es un cero a cero y todo está resuelto«, afirmó Virgilio Neto, citado por el portal de Folha de S. Paulo.

El vicepresidente sobrevoló la zona franca de la capital amazónica y la selva, antes de dirigirse a Quito.

Redacción Lechuguinos