Analistas pronostican cuáles monedas caerán ante la crisis económica provocada por la pandemia Covid-19 cuyas nuevas cepas han provocado restricciones que han afectado la economía mundial.

Analistas pronostican cuáles monedas caerán ante la crisis económica provocada por la pandemia Covid-19 cuyas nuevas cepas han provocado restricciones que han afectado la economía mundial.

Vladímir Grigóriev considera que otra crisis parecida a la ocasionada por el coronavirus afectará por igual a todas las monedas y señala que la situación económica actual no es tan riesgosa porque la baja del PIB mundial en 2020 ocurrió antes de las restricciones sanitarias.

“Ahora la principal amenaza para el dólar y el euro es que hay demasiados, lo que significa que su valor está disminuyendo”, explicó Grigóriev a la agencia Prime.

Grigóriev señaló que si los países desarrollados logran detener el deterioro de la situación económica actual y evitar una crisis sociopolítica, tanto el dólar como el euro se mantendrán.

Alexandr Osin estima que el dólar tiene más chance de mantener su poder, en tanto que el euro tiene más probabilidades de fracasar por la variedad de economías de la zona Euro.

Más débiles y más fuertes

Grigóriev señala que las monedas de los países emergentes han sido las más demandadas en los últimos meses por lo que padecen en mayor medida la crisis económica.

Actualmente están siendo atacadas las economías postsoviéticas y las emergentes como Turquía y Vietnam, aunque hay monedas beneficiadas gracias a la crisis del coronavirus.

«En los últimos 12 meses, entre las monedas de los países BRICS, el rand sudafricano es el que más se ha apreciado frente al dólar estadounidense, con un 21%. El yuan ganó un 10%, el real brasileño y la rupia india ganaron un 3% cada uno», detalló Alexandr Osin.

Los analistas consultados concluyeron que la situación económica inevitablemente llevará a una reducción de la demanda de petróleo en los próximos meses y esto incidirá en muchas divisas.

También es posible que se produzcan cambios en la política crediticia de la Reserva Federal para finales de este año y en el Banco Central Europeo para el primer semestre de 2022.