En su más reciente libro, el ex asesor de seguridad de Donald Trump, reveló que Guaidó estuvo detrás del apagón general en Venezuela el pasado 7 de marzo del año 2019.

“Al finalizar el 7 de marzo recibimos noticias sobre los apagones masivos que se estaban produciendo en toda Venezuela. Lo primero que pensé fue que a Guaidó o a alguna otra personase le había ocurrido asumir las riendas del asunto. Sea cual fuere la causa o la extensión o duración del apagón, éste tenía que golpear a Maduro”, refiere Bolton.

“Las noticias que nos llegaban con el pasar de los días confirmaban la devastación. Casi todo el país estaba sin electricidad, el aeropuerto de Caracas estaba cerrado, los servicios de seguridad no se veían por ninguna parte”,prosiguió Bolton, quien inscribió el apagón en la lista de las acciones para propiciar la salida de Maduro. “Si esto no era causa para provocar un levantamiento popular, resultaba difícil saber qué lo provocaría. Continuamos aumentando la presión con la formulación de cargos por el Departamento de Justicia contra dos capos venezolanos del narcotráfico y con la expulsión delos representantes de Maduro ampliamente apoyada por la mayoría de los miembros del Banco Interamericano”, narró el ex asesor de Seguridad Nacional quien explicó que Estados Unidos seguía paso a paso la crisis eléctrica con reportes diarios sobre los esfuerzos del Gobierno por energizar nuevamente a Venezuela, así como las  concentraciones de Guaidó en esa semana. Bolton admite en su relato que la Asamblea Nacional aprobó en esos días un acuerdo para el cual no estaba autorizada. “La Asamblea Nacional declaró el “estado de alerta” por los apagones y, si bien no tenía autoridad para hacerlo, al menos le demostraba al pueblo que se estaban ocupando del asunto”, reseñó.

El apagón del 7 de marzo se produce dos días después de la llegada de Guaidó a Caracas. El diputado había permanecido en una gira después de intentar desde Colombia penetrar a Venezuela para traer una supuesta ayuda humanitaria por tres puentes internacionales ubicados en Táchira, a pocos pasos de Cúcuta: Tienditas, Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander. Sobre ese evento del 23 de febrero de 2019, Bolton dijo sentirse decepcionado y así lo reflejó en su libro.

En unas primeras líneas, Bolton dibuja a los aliados internos y externos para “forzar la ayuda humanitaria”.“Luego de muchas coordinaciones entre la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo y el Pentágono, ahora aterrizaban aeronaves de carga C-17 en Cúcuta. En Venezuela continuaba el movimiento de apoyo a la oposición. El obispo católico de San Cristóbal, que era además vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos del país, habló públicamente refiriéndose expresamente a la transición en que Maduro perdería el poder. Habíamos esperado que la iglesia jugase un papel más activo y ahora estaba sucediendo”, relató Bolton aludiendo a Mario Moronta y demás prelados. El ex funcionario estadounidense dijo que esperaban una deserción masiva de altas figuras del mundo militar,quienes se concentrarían en la frontera entre Colombia y Venezuela. Y que unidades del Ejército regresarían a Caracas desde Táchira para rodear el Palacio de Miraflores, “la Casa Blanca de Venezuela”.

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