CIA financia el conflicto armado en la frontera entre Colombia y Venezuela

Venezuela asegura que la CIA de EEUU financia a grupos irregulares colombianos para generar “caos y miedo” entre la nación bolivariana.

En una entrevista realizada este miércoles con la agencia rusa de noticias Sputnik, el diputado venezolano Saúl Ortega ha acusado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. de financiar a los grupos irregulares de Colombia para desestabilizar Venezuela.

De acuerdo con el legislador venezolano, Colombia, apoyado por Estados Unidos y el narcotráfico, busca, desesperadamente, “generar caos y miedo” entre el pueblo venezolano.

Las declaraciones de Ortega se han producido en medio de las crecientes tensiones entre Venezuela y Colombia por los enfrentamientos recién registrados entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y grupos irregulares colombianos en el estado de Apure, fronterizo con Colombia.

Para el funcionario venezolano, estos grupos irregulares forman parte de la “oligarquía” colombiana que intenta, sin éxito, apoderarse de dicha zona y afectar la estabilidad del país suramericano.

“Las fuerzas regulares del Ejército colombiano y el narcotráfico, una santa alianza que ven en la revolución bolivariana su enemigo y utilizan el financiamiento de la droga para activar todos los grupos que puedan y tratar de convertir el territorio venezolano en una especie de Alepo, como hicieron en Siria”, ha subrayado.

Durante dos semanas de enfrentamientos con los grupos armados colombianos en el estado de Apure, unos ocho militares de la FANB perdieron la vida. En este sentido, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, ha informado en la misma jornada que el Caracas ha enviado una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para abrir una investigación sobre “la violencia colombiana” en la zona.

Desde el pasado 21 de marzo, el Ejército de Venezuela está luchando contra los grupos irregulares colombianos que tratan de apoderarse del estado de Apure.

Las autoridades venezolanas aseguran que estas acciones buscan desestabilizar el país suramericano y llevarlo hacia una “guerra civil”.