CIA
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El ex diplomático de EE.UU., Michael Springmann confesó que la CIA manipula a los medios de comunicación gringos

Springmann dijo que  la revocación de la candidatura de Gina Haspel para el puesto de directora de la CIA se debe a su verdadero historial y no por la “buena” imagen que le han formado los medios, que según confesó manipula la agencia de inteligencia gringa.

El presidente Trump afirmó en su cuenta de Twitter que fue culpa de los demócratas que no apoyaran su candidata por ser demasiado dura con el terrorismo, pero Michael Springmann no está de acuerdo. Según ha comentado a Sputnik el ex diplomático, tanto movimiento adelante y atrás se explica por el deseo de Gina Haspel de pedir perdón por el pasado reciente de la agencia, que estuvo plagado de torturas y otros crímenes de guerra.

«No hubo ni un solo oficial militar ni un alto rango civil que haya sido condenado a penas de cárcel por lo que hicieron en la supuesta guerra contra el terrorismo desde mayo de 2011″, cuenta Michael Springmann.

Lo paradójico, es que la única persona que fue condenada a una pena de cárcel en relación a las torturas fue John Kiriakou, que no participó en ningún caso de torturas, pero sí denunció que es la principal política de EE.UU.. Por eso, Haspel ‘pide perdón’ de una manera tan sutil —no quiere dañar a la agencia, añadió el ex diplomático.

Michael Springmann explicó que la CIA consigue mantener esta línea de acción porque manipula muy bien los medios de comunicación estadounidenses, el Congreso, el resto del Gobierno de EE.UU. y al pueblo. «[Dicen que] son una organización necesitada, ya que protegen a EE.UU. de enemigos no especificados», afirma el abogado.

Además de ello, el ex diplomático estadounidense también se mostró convencido de que Gina Haspel infringió la ley y debería ser juzgada.

Estados Unidos firmó la Convención Internacional Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles que fue adoptada por la ONU. El Capítulo 1136 del Título 18 del Código de EE.UU. prohíbe la tortura y prevé duras penas para los que se involucren en actos de tortura. (…) Así que creo que deberían indagar en el pasado de Gina Haspel. A la gente que trabaja para este servicio clandestino no le importa la ley, los valores morales o los derechos humanos», concluyó el abogado.

El ex diplomático también relató su experiencia personal del trabajo con la CIA. Según él, «a esta gente simplemente no le importa [nada], y enmascaran sus acciones bajo el lema de seguridad nacional, que a su vez es un buen encubrimiento para asesinatos, crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos».

Con información de Sputnik

Redacción Lechuguinos