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En Madrid no solo los alquileres registran máximos históricos, también la vivienda de lujo vive su época dorada y gracias a millonarios escuálidos que han creado Little Venezuela.

Uno de los factores que ha contribuido al encarecimiento en las viviendas de lujo, en Madrid, ha sido la creciente llegada de millonarios latinoamericanos a laciudad. De las ventas en este segmento residencial que Knight Frank registró en 2017, un 20% las realizaron clientes de aquellas latitudes (otro 65%, españoles, y un 11%, europeos). La seguridad para pasear por las calles de la capital española es uno de los principales motivos de que recalen en ella.

El exclusivo Barrio de Salamanca, donde los “pisos” rondan los 6.000 euros el metro cuadrado, ha recibido el nombre de Little Venezuela. Muchos ricos, escuálidos y antichavistas de pura cepa se han instalado allí (y en la vecina zona de los Jerónimos) para huir del réeeeeeegimen de Nicolás Maduro, porque aquí en el país, el Gobierno Bolivariano, les dio un parao y no pueden seguir robando al pueblo.

Algunos han llegado a comprar edificios enteros. Sus nombres: la familia Cohen, que controla el grupo constructor Sambil, los Cisneros, el banquero Juan Carlos Escotet, el magnate inmobiliario Miguel Ángel Capriles… Ya sucedió en Miami, donde la billetera de los escuálidos venezolanos es uno de los principales motores de la galopante industria inmobiliaria de la urbe estadounidense, según la BBC. En los dos últimos años, los opositores venezolanos han comprado cerca de 2.000 millones de dólares en condominios y casas del sur de Florida. Con el 15% del total comprado por extranjeros, son los mejores clientes foráneos de la plaza inmobiliaria de Miami, dice la Asociación de Empresarios de Bienes Raíces de Miami.

“Hay muchos venezolanos que aplican a la ‘visa dorada’, que otorga la residencia a los extranjeros que compren un inmueble de 500.000 euros o más, una medida que se instauró en 2013 para reavivar la economía española, que había sido golpeada por la crisis”, escribe el corresponsal de The New York Times en España, Raphael Minder.

Redacción Lechuguinos