El estado terrorista de Israel bombardeó posiciones de Hamás en la franja de Gaza. En los ataques murieron 20 personas, entre ellas nueve niños, según fuentes sanitarias del enclave. La ola de violencia que durante el mes de Ramadán había estallado en Jerusalén, donde más de 300 palestinos resultaron heridos en choques con la policía en la mezquita de Al Aqsa, se ha extendido así hasta Gaza.

El ejército terrorista de Israel había lanzado una gran ofensiva contra las bases de Hamás en la franja de Gaza. Uno de los comandantes de las milicias islamistas era uno de los objetivos seleccionados, según informó el teniente coronel Jonathan Conricus. Al menos otros dos milicianos perdieron también la vida en la misma operación, aunque el mencionado portavoz no confirmó si esta había coincidido con el ataque de Beit Hanun en el que murieron tres menores palestinos. “La ofensiva no ha hecho más que comenzar”, advirtió Conricus, quien estimó que las acciones de represalia pueden llegar a prolongarse durante “muchas horas, incluso días”

El Ejército interrumpió unas maniobras a gran escala que estaba llevando a cabo, para concentrar tropas y material bélico en la frontera con el enclave palestino, según la orden dictada por el jefe del Estado Mayor, general Aviv Kochavi, de “fijar la atención en el escenario de una escalada”.

Al menos 305 palestinos resultaron heridos, de los que 228 tuvieron que ser hospitalizados, según la Media Luna Roja, en choques con la policía israelí tras el rezo de la mañana en la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar sagrado del islam.