Lechuguinos.com

El mentor del líder de la oposición venezolana respaldado por Estados Unidos, Juan Guaidó, estuvo detrás de un esfuerzo de meses para contratar mercenarios para derrocar al Presidente Nicolás Maduro, según varias personas involucradas en la planificación.

Leopoldo López, fundador del expartido político de Guaidó, y otros aliados consideraron al menos seis propuestas de contratistas de seguridad privada para llevar a cabo incursiones militares para provocar una rebelión en las Fuerzas Armadas de Venezuela y derrocar al Presidente Constitucional, dijeron estas personas a The Wall Street Journal.

Uno de los contratistas eventualmente estuvo involucrado en un intento de ataque en mayo que terminó casi antes de que comenzara, con ocho de los mercenarios asesinados y casi 50 detenidos, incluidos dos exsoldados estadounidenses, todos los cuales todavía están detenidos en una prisión de Caracas.

Maduro salió triunfante y sus adversarios políticos quedaron fracturados, desmoralizados y sin una estrategia clara. Algunos aliados extranjeros de la oposición dicen que Guaidó y sus socios deberían haberse apegado a las negociaciones con el régimen de Maduro y ahora están cuestionando su apoyo al líder de la oposición.

“Guaidó ha dañado sus credenciales democráticas”, dijo un diplomático europeo de alto rango que trabajó en la política de Venezuela. “Da la impresión de que está tratando de montar dos caballos, uno por la vía de la negociación y otro más por la vía del golpe de Estado”.

Guaidó y los socios de López han dicho que el ataque de mayo fue obra de Maduro y que el año pasado cortaron contacto con el grupo que lo llevó a cabo.

Pero Guaidó no lo ha podido capitalizar. Su apoyo se ha erosionado constantemente del 61% que disfrutó en enero de 2019, cuando se autoproclamó Presidente. Estados Unidos y más de 50 países reconocieron a Guaidó.

Según la encuesta de Datanálisis, Guaidó vio caer su aprobación al 25% en mayo, su punto más bajo hasta el momento, tras el fallido complot. Los venezolanos ahora son abrumadoramente pesimistas de que se logrará una transición en el país.

“Comenzó como una especie de versión venezolana de Obama”, dijo el director de Datanálisis, Luis Vicente León, sobre Guaidó. “Ahora la gente simplemente no le cree. Cuando pierdes la esperanza de un cambio, también pierdes tu capacidad de pedir sacrificios a las personas”, agregó.

Dentro de la indisciplinada coalición de partidos de oposición, gran parte de la culpa se dirige ahora a López, un político de 49 años, de una de las familias más prominentes de Venezuela, educado en Harvard.

Durante años, ha abogado por la acción directa para eliminar al Presidente Nicolás Maduro, desde una serie de protestas en 2014 que se tornaron violentas a un intento de provocar un levantamiento en las filas militares el año pasado.

En 2018, después de que Maduro fue reelegido, López expresó la opinión de que las negociaciones y una ruta electoral tomarían demasiado tiempo, señaló una persona que habló con él sobre la estrategia.

“Él estaba muy preocupado de que, a menos que se hiciera algo pronto, el pueblo venezolano terminaría como el pueblo cubano, absolutamente pasivo y quebrado, incapaz de defenderse”, dijo la persona que está familiarizada con la dinámica de la oposición en el país y con la política estadounidense.

López no pudo hacer comentarios para este artículo porque no puede hablar públicamente como parte de un acuerdo con España. Ahora vive en la residencia del embajador español en Caracas, donde está protegido contra el arresto, pero sigue siendo una poderosa fuerza política con influencia sobre Guaidó, proporcionando liderazgo en asuntos que van desde el cambio de régimen hasta la reforma de la industria petrolera, dijeron activistas opositores.

“Uno de los errores más grandes que ha cometido la oposición es respaldar a Leopoldo López”, sostuvo Humberto Calderón Berti, quien fue enviado de Guaidó a Colombia hasta una disputa pública con López el año pasado. “Al final, solo está dañando a Guaidó. Tiene que haber una rectificación de la estrategia, del liderazgo”.

Calderón Berti dijo que aconsejó a los partidos de la oposición el año pasado que eviten involucrar a los desertores militares venezolanos para tratar de expulsar a Maduro, por temor a que la violencia aleje las alianzas internacionales de la oposición. Calderón Berti no es miembro de Voluntad Popular, el partido fundado por López y que fue el camino de Guaidó hacia el liderazgo.

Este mes varios miembros prominentes de Voluntad Popular han renunciado al partido, diciendo en privado que ya no podían lidiar con la mano dura de López y las políticas del partido, que vieron como perjudiciales para la oposición.

Redacción The Wall Street Journal– Lechuguinos