Foto: Lechuguinos.com

Al mejor estilo de la realeza, la hija del primo del opositor venezolano Henrique Capriles ha celebrado su enlace en una finca que perteneció al duque de Alburquerque.

La ciudad de Segovia se ha convertido en el escenario de otra de las grandes bodas de la temporada, muy al estilo de la realeza: la del empresario inmobiliario Eduardo Ignacio Otaola con Mayra Alexandra Capriles, hija de Miguel Ángel Capriles, primo del político venezolano de oposición, Henrique Capriles.

Un enlace al que acudió la aristocracia empresarial venezolana instalada en España. Tal es el caso de Eliza Arcaya, propietaria del Café Murillo de Madrid, quien asistió con su hermana Maite y Adriana Carolina Herrera.

La hija de la diseñadora y Margarita Vargas, esposa de Luis Alfonso de Borbón, suelen frecuentar el local de Arcaya, punto de reunión de la jet set venezolana en el autoexilio.

La ceremonia religiosa se celebró en la iglesia de San Miguel en la plaza Mayor de Segovia y la llegada de la novia coincidió con el momento de máxima afluencia de turistas y curiosos, que se agolpaban para inmortalizar los oropeles de este enlace que se gestionó desde la más absoluta discreción.

La novia lució un vistoso vestido de encaje de Soucy y, entre los pajes, estaba la hija de Tracy Anderson, propietaria del gimnasio más exclusivo de Madrid.

El banquete tuvo lugar en el Palacio de la Serreta, en la localidad de Lastras de Cuéllar y propiedad del padre de la novia desde hace unos meses. Un lugar con mucha historia: fue construido por el duque de Alburquerque y se convirtió uno de los pabellones de caza más antiguos de España, por el que pasaron nobles y reyes.

Se comenta que el popular vampiro lácteo de Henrique Capriles, ese que habla de crisis humanitaria y pide intervención de Venezuela y que la situación está “critica”, asistió al evento, pero evitó posar ante las cámaras para que no quedara registro de su presencia en la ostentosa boda al mejor estilo de la realeza.

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Redacción Lechuguinos