Como un golpe de Estado en donde lo único que hubo fue «cambur y peo» será recordado el parapeto que intentaron montar el 30 de abril de 2019 el presidente autoproclamado de Narnia, Juan Guaidó, y el profugo de la justicia, Leopoldo López.

Del tristemente célebre Show del 30 de abril de 2019 sólo quedó grabado en el imaginario popular la cesta de cambures, dos ametralladoras y varias municiones que dejaron abandonadas los «golpistas» al ver que no tuvieron apoyo de la FANB.

Unos pocos oficiales y unos pocos soldados engañados intentaron esta «revuelta» que en cuestión de horas y sin ninguna víctima fatal lograron controlar la FANB y los organismo de seguridad del Estado.

El único resultado de ese día fue la fuga de Leopoldo López, quien, terminada la intentona que solo duró tres horas, parece haber sido presa de las dudas, pues en plena huida, primero corrió a la embajada de Chile de dónde salió, poco después, para irse a la casa del embajador de España en el Country Club, desde donde también huyó para irse a España para, desde el extranjero, implorarle a los gringos que maten de hambre al pueblo venezolano.