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Foto: Lechuguinos.com

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, culpa a su predecesor de estar saboteando su gestión y filtrando información de la Casa Blanca

El día de ayer, 28 de febrero, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acusó directamente a su antecesor en la Casa Blanca, Barack Obama y sus simpatizantes, de estar detrás de las protestas contra su gestión y su política neoliberal y de las filtraciones de información de su gobierno y su gabinete.

Donald Trump, durante una entrevista con un programa matinal, declaró que las protestas contra él y contra legisladores republicanos es obra de otras administraciones, así como las filtraciones de informaciones sobre su equipo de gobierno y ya tenían una idea de quién estaba causando y promoviendo tales acciones contra su administración.

“Creo que el presidente Obama está detrás de ellas, su gente está sin duda detrás. Pero entiendo que así es la política”.

En referencia a las filtraciones, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ordenó la semana pasada revisar los teléfonos móviles de empleados de la residencia presidencial para tratar de atajarlas, informaron varios medios estadounidenses, lo que se ve como un fascismo puro para con sus trabajadores.

Aparentemente, Spicer convocó a los empleados en su oficina para trasmitirles su frustración por las filtraciones que se han producido desde que el presidente de EEUU, Donald Trump, llegó al poder el pasado 20 de enero, pero no por ello el primer mandatario estadounidense decidió molestarse, pues está de acuerdo con esa política neoliberal y reconoció que su “mensaje no es bueno” y se da una calificación “C o C+” (un aprobado raspado), pero considera que tiene una A (sobresaliente) en “esfuerzo” y “logros”.

A esto seguramente está jugando la administración Trump, saboteando la imagen de su antecesor, pues para ellos no existe nada que sea ético, ellos consideran que la política sucia es la manera de llevarse, y Obama no se queda atrás.

 

Redacción Lechuguinos