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Una vida oculta que contrariaba su fundamentalismo religioso, están entre las causas que llevaron Fernando Albán a quitarse la vida, al lanzarse de un piso 10.

Así lo indica una evaluación de su perfil psicológico efectuada a Fernando Albán, por especialistas independientes y a la que tuvo acceso la plataforma informativa La Tabla.

Su muerte por lo tanto respondería a la pretensión de, como Cristo, convertirse en el «Salvador» de Venezuela y obviamente de su entorno más cercano, incluyendo a su familia y que la vida oculta que fue descubierta con su detención, jamás saliera a la opinión pública.

Su fallecimiento, tal como ocurrió, lo ha hecho realmente un «mártir», un destino que lo ubica al mismo nivel que los fundadores del cristianismo. Y lo que ocultaría esa desviación que al parecer lo llevo a suicidarse.

Debe recordarse que Albán era un ferviente practicante religioso que estaba estrechamente relacionado con los sectores más conservadores de la cúpula católica venezolana y mundial.

Adicionalmente, pese a su activismo religioso, el concejal y dirigente de PJ podría tener una «vida oculta» por la cantidad de vídeos pornográficos, poco más de 2 mil, localizados por la policía en su teléfono móvil, según la información obtenida por La Tabla.

Si bien no se detallaron las características del material la búsqueda se orienta a contenidos de prácticas de pedofilia, sexo gay entre otros.

Hallazgo que va en contra de su fundamentalismo religioso y ue su descubrimiento pudo generar una alteración psíquica de Albán.

La revelación de la posesión de dicho material en un proceso judicial pondría en severo cuestionamiento su reputación y prestigio entre familiares y allegados, y sería un motivo para evadir tal situación optando por una inmolación.

Redacción Lechuguinos/ La Tabla