Fortune palito
Foto: Lechuguinos.com

La llegada de los petroleros iraníes a las costas de Venezuela supone una nueva afrenta para Trump, además de una manifestación del poderío de Irán.

Desde que se conociera que la República Islámica de Irán había enviado cinco buques cisterna a Venezuela para paliar la gran escasez de combustible que sufre el país caribeño a raíz de las medidas coercitivas impuestas por la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, en el marco de su campaña de presión contra el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, el mundo entero estaba a la expectativa de si asistiría a un nuevo prólogo de un episodio de enfrentamiento entre Washington y Teherán, así inicia un artículo recientemente publicado en el portal digital del diario Rai al-Youm.

Mucho antes de la llegada del primer petrolero iraní, llamado ‘Fortune’, a las aguas territoriales de Venezuela, un alto funcionario del Gobierno de EE.UU. aseguró, en un comunicado, que Washington estaba sopesando una serie de medidas para impedir el traslado del combustible fósil al país sudamericano.

Dicho y hecho, EE.UU. envió varias flotas de su Armada al mar de Caribe para bloquear el paso de los buques cisterna, cargados de combustible iraní, con destino a las refinerías venezolanas, y como era de esperar, la medida chocó con el apercibimiento de las autoridades persas a sus contrapartes estadounidenses de que se atuviesen a las consecuencias si procedían a hacer realidad su amenaza de abordar sus petroleros, que, conforme a Teherán, constituiría un acto de piratería a la luz del día.

Al respecto, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, remitió una carta al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, en la que le alertaba de que Teherán se reservaba su derecho a responder ante cualquier acción injerencista de EE.UU. en la región del mar Caribe que derivase en una acción ilegal con el bloqueo de sus petroleros.

Por su parte, el vicecanciller persa para Asuntos Políticos, Seyed Abás Araqchi, convocó al embajador suizo en Teherán (capital iraní), Marcos Lightner, —representante en Irán de los intereses de EE.UU.— para expresar oficialmente la protesta de la República Islámica por las amenazas lanzadas por Washington contra los buques cisterna, de pabellón iraní, que están en ruta hacia Venezuela.

No sabemos qué siente el presidente Donald Trump al monitorear la llegada del primer petrolero iraní a un puerto venezolano, una iniciativa (de Teherán) que representa un claro desafío a sus amenazas y una derrota del brutal asedio que ha impuesto a Venezuela, pero lo que sí sabemos a ciencia cierta es que se siente un hombre frustrado y fracasado”, con estas palabras el Rai al-Youm elogia la referida medida de Irán.

HispanTV