Acuerdo de Colombia con la OTAN anunciado por el Presidente Santos, vulnera la zona de paz en Suramérica
El presidente colombiano e irónicamente actual premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos anunció el pasado 23 de diciembre que la OTAN aceptó la solicitud de su Gobierno para iniciar las conversaciones previas al establecimiento de un «convenio» para poner en marcha un programa de cooperación en materia de intercambio de información y lucha contra el crimen organizado.
Para el Gobierno de Venezuela este anuncio “desvirtúa los principios de Bandung que dieron origen al Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), que prohíbe expresamente a sus Estados Miembros formar parte de alianzas militares”.
Larandia, Tres Esquinas, Arauca, Puerto Leguízamo, Leticia y Florencia, son las bases militares de Estados Unidos en Colombia y trabajan en la formación de un “arco estratégico” enfocado a una potencial intervención en territorio venezolano.
Por todos es sabido que el Comando Sur contiene 12 tareas tácticas y estratégicas orientadas a buscar las condiciones políticas, económicas y militares para la aplicación de la “Carta Democrática” de la OEA contra Venezuela y legitimar de esta manera la intervención militar norteamericana en la vecina nación y ahora con el apoyo de la OTAN, que quitándole su careta oficial deja en evidencia su verdadera más miserable cara: la de un organismo criminal, invasor y exterminador de las democracias progresistas del mundo.
El gobierno venezolano, inmediatamente, al enterarse de esta nefasta noticia lanzó un comunicado donde manifiesta que “se opone firmemente ante el intento de introducir factores externos con capacidad nuclear en nuestra Región, cuyas actuaciones pasadas y recientes reivindican la política de la guerra, violentan acuerdos bilaterales y regionales de los cuales Colombia forma parte (Unasur, Celac), a través de los cuales se declaró a América Latina y el Caribe como Zona de Paz”, destaca el comunicado.
Redacción Lechuguinos
