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Cerca de 178 funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. habrían cometido abuso sexual contra menores no acompañados.

Una agencia del Gobierno estadounidense que se encarga del resguardo de los menores migrantes no acompañados en la frontera recibió miles de denuncias por abuso sexual en los últimos cuatro años.

Entre 2014 y 2018, el Departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidense (HHS, por sus siglas en inglés) recibió 4.556 denuncias de abuso sexual cometidas contra niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados en sus instalaciones en la frontera sur.

El representante demócrata de la Cámara Baja de EE.UU., Ted Deutch, denunció este martes que en los últimos tres años, el personal estadounidense cometió en promedio un abuso sexual cada semana.

«Es un entorno de agresión sexual sistémica cometida por parte del personal contra los menores no acompañados», dijo Deutch durante una audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes.

Por su parte, la vocera del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Caitlin Oakley, respondió que la institución se toma en serio las denuncias sobre abuso sexual e investigan rápidamente cuando esto sucede.

«Estos son niños vulnerables en circunstancias difíciles», admitió Oakley, destacando que son responsables de garantizar que cada niño sea tratado con el mayor cuidado.

«Cuando se hacen acusaciones de abuso, abuso sexual o negligencia, se toman en serio y ORR actúa rápidamente para investigar y responder», acotó Oakley.

Los delitos

El Departamento de Justicia estadounidense reportó durante este periodo 1.303 denuncias por abuso sexual a menores no acompañados.

De acuerdo con los reportes, algunos de los actos cometidos por personal del HSS incluyeron relaciones con menores, contacto sexual no deseado y mostrar vídeos pornográficos a niños y adolescentes que estaban en su resguardo.

Política cero de Trump

En 2018, la Administración de Donald Trump implementó una política de «tolerancia cero» contra los migrantes, que ocasionó que miles de adultos que ingresaron ilegalmente fueran procesados por separado.

«Si no quieren perder a sus hijos (…) no los traigan aquí de manera ilegal», dijo el entonces fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions.

Redacción Lechuguinos