Bajo el argumento de reparar a las víctimas del 11 de septiembre, el presidente de Estados Unidos (EEUU), Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para pasar a las arcas de esa nación más de 7 mil millones de dólares que habrían sido retenidos a Afganistán.

Entre los activos robados por EEUU a Afganistán figuran moneda y oro, que según la administración de Biden serán usados para, además, enviar asistencia humanitaria a la nación que fue desbastada por los gringos en nombre de la democracia.

En tanto, los talibanes han reclamado derechos sobre los fondos, que pertenecen a esa nación, pero Estados Unidos ha negado el acceso a ellos después de considerar la “caída del gobierno democrático de Afganistán”.

Es importante destacar que la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán fue un punto bajo para Biden en su primer año en el cargo.

Aún cuando la mayoría de los estadounidenses apoyaban la retirada de las tropas en territorio afgano, la naturaleza caótica de la salida militar generó críticas de republicanos y demócratas sobre el manejo de la administración Biden.