La industria de mercenarios florece con el amparo y protección del Estado Colombiano, como ha quedado demostrado a partir del asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse el pasado 7 de julio.

La industria de mercenarios florece con el amparo y protección del Estado Colombiano, como ha quedado demostrado a partir del asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse el pasado 7 de julio.

 

En ese sentido, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, afirmó este martes desde su cuenta @jaarreaza que la exportación de mercenarios colombianos “es una industria perversa sustentada y protegida por el Estado”.

Asimismo, Samuel Moncada, Embajador Representante de la República de Venezuela en la ONU, señaló que se trata de “una industria de la muerte en gran escala, una maquinaria internacional de asesinos al mejor postor, de mercenarios, que tiene en Colombia una de las fuentes más abundantes de mano de obra. Este hecho innegable es lo que el gobierno de Colombia quiere ocultar”.

Moncada explica que estos mercenarios tienen su origen en el “excedente de mano de obra entrenada para la interminable guerra civil de Colombia”.