Los países del Grupo de Lima, que han asumido un voraz ataque contra Venezuela, afrontan grandes crisis internas que están acabando con sus líderes.
Los países que integran el Grupo de Lima, que han asumido una posición criminal y persecutoria en contra de Venezuela, viven en estos últimos días, grandes crisis, que están a punto de llevar al quiebre político de sus líderes.
Con el desarrollo de los acontecimientos, queda demostrado, que esos países y sus presidentes, han utilizado la situación de Venezuela, para tratar de desviar la atención de sus crisis internas, porque es tan grave lo que se vive en esas naciones, que es, para ellos más fácil, arremeter contra una nación libre y soberana.
En el caso de Estados Unidos,Donald Trump afronta un impeachment y está a punto de ser destituido, por sus continuas locuras que llegaron al extremo.
La investigación arrancó por solicitud de congresistas demócratas tras filtrarse una charla en la que supuestamente Trump presionó al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, para obtener información comprometedora sobre el demócrata Joe Biden, uno de sus oponentes políticos de cara a las elecciones del próximo año.
En Colombia, Iván Duque quedó en ridículo con su dossier de fotos falsas en contra de Venezuela, lo que ha devenido en una crisis en la Fuerza Armada colombiana, sumado a esto afronta una grave crisis social en donde la violencia se ha apoderado de las principales ciudades de la nación neogranadina, sin ningún tipo de control oficial.
En Brasil, Jair Bolsonaro ofreció el peor discurso de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, además afronta una enorme crisis ambiental generada por él mismo, para apoderarse de estos espacios, sin olvidar la reciente aparición de fotos donde sale acompañado de terroristas armados, al mejor estilo de Guaidó con Los rastrojos.
Ni hablar de Perú, sede del vociferante Grupo de Lima, donde un presidente que nunca fue electo por la voluntad popular, Martin Vizcarra, disuelve el Congreso y en respuesta, el Congreso lo destituye a él, lo que ha generado una crisis de ingobernabilidad, trayendo como consecuencia un desequilibrio político en la nación.
En Argentina, Mauricio Macri anda en cuenta regresiva y con una crisis económica monumental, originada por sus políticas económicas neoliberales, sometiendo al pueblo argentino a grandes pesadillas, solo para atender las exigencias del Fondo Monetario Internacional.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quedó al descubierto como otro narco político. Mientras que en Chile a Sebastián Piñera ya ni siquiera le compaginan los libretos.
No se puede dejar a un lado la crisis en Ecuador en donde Lenin Moreno ha entrado en el torbellino del conflicto económico, social y político y él ha decidido enfrentar esa coyuntura con una clásica respuesta de gobiernos de derecha: decretar el estado de excepción.
Ni hablar de la oposición venezolana, que cada día está más seca, solitaria y desunidad que solo los pocos que quedan es porque en complicidad con los gringos y sus aliados están robando los recursos de todos los venezolanos.
Poco a poco los países que han arremetido en Contra de Venezuela se han ido secando y sus presidentes saldrán muy pronto del poder, mientras eso sucede, Nicolás Maduro sigue siendo el presidente de Venezuela y trabaja todos los días para contrarrestar el voraz ataque de estos países en contra del pueblo.
Redacción Lechuguinos
