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Foto: Lechuguinos.com

El ansiado “voto castigo” contra el gobierno se convirtió, gracias a las guarimbas, en un “voto castigo” a la MUD

La única certeza que tenemos en este momento es que la MUD estalló y que de la borrachera de su triunfo del 2015 solo queda una resaca brutal. Las elecciones de gobernadores son un dolorón de cabeza, y los sifrinos pidiendo “más calle” y gobierno paralelo son expresión de una gran desorientación y del  “abandono del cargo” de  los dirigentes políticos de la MUD.

El ansiado “voto castigo” contra el gobierno se convirtió -guarimbas mediante- en un “voto castigo” a la oposición. Y aún se puede convertir en un “voto castigo” a ambos, según cómo cada actor administre su victoria y su derrota los próximos meses. Lo único cierto es que la oposición debe comenzar de cero y que el gobierno es quien parece haber ganado  control de la situación. Mientras la MUD no puede concretar lo que exigen sus bases, el gobierno sí puede hacer, en cambio, lo que reclama la gente en la calle: mano dura a los violentos.

Claro, se puede prever que los gringos no se van a quedar con esa. Y que el juego no ha terminado. Además, en Venezuela las cosas cambian semana a semana y cantar “victoria” con una situación social tan delicada podría ser catalogado como una nueva borrachera. Así que en Supuesto Negado no damos nada por sentado, y permanecemos atentos ante la posible emergencia de nuevos escenarios.

En este número analizamos el nuevo estatuto de la relación con los medios privados, el depresivo estado de ánimo del sifrinaje y las expectativas de la gente con la Constituyente. ¡Hasta que no anochezca, no dormiremos!

 

Cortesía SupuestoNegado