Fidel
Foto: Lechuguinos.com

La gusanera mayamera celebraba la muerte del comandante Fidel, soñando con volver a convertir la isla en el casino del caribe

Como bufones y guasones se veían celebrar por las calles de Miami a  los eternos  frustrados   mayameros que vitoreaban  el sábado pasado la desaparición física del comandante Fidel Castro, muerte que nunca lograron acertar en los cientos de sus  intentos fallidos y que hasta en el último momento  los venció, por que viajó a la eternidad cuando así él mismo lo dispuso.

Pero, ¿Qué celebraban estos exilados cubanos? ¿Por qué tanta alegría? Estos cubanos salieron de la isla despavoridos porque había llegado una revolución de pueblo para el pueblo, habían llegado los barbudos, Fidel, Camilo y el Ché a darle al pueblo lo que estos, los ahora exilados les habían quitado. Sus derechos, su dignidad, hasta su cubanía la habían perdido.

La Isla, antes de la llegada de los comandantes era conocida como el “gran burdel del caribe”, un gran casino que servía para lavar los dólares mal habidos de las mafias norteamericanas y sus mujeres eran usadas como objetos sexuales de los adinerados que iban a pasar sus días de descanso en la isla.

Son un millón de personas que se encuentran concentradas en Miami, esperando que ahora, con la desaparición física de Fidel, les devuelvan su riqueza, sus privilegios, sus plantaciones, las mansiones de las que disfrutaban antes de la Revolución de 1959, sólo que se les olvida un pequeño detalle, en el Lagarto verde del caribe, como le decía Nicolás Guillén a la isla de Cuba, los esperan 11 millones de cubanos, con la revolución tallada en su alma y su conciencia y no volverán al pasado nunca más.

 

Redacción Lechuguinos