guarimbas
Foto: Lechuguinos.com

Los opositores no dejan de asombrar con sus tácticas desquiciadas y sanguinarias y en las guarimbas de ayer descargaron su odio con un inocente gato

Cuando se calman las aguas o pasan los efectos de las sustancias que consumen, es que se comienzan a calcular los destrozos que ocasionan los desquiciados opositores con sus guarimbas a la nación, y cuando creemos que ya nada puede asombrar, se descubren escenas dantescas que dejan como niño de pecho a cualquier sicario del mundo.

Luego de la última ola de violencia desatada por la oposición venezolana en Caracas, con la idea de ir a despellejar a los magistrados del TSJ por la decisión de asumir las competencias de la AN por encontrase en desacato, se revivieron escenas ya vividas en Febrero de 2014 cuando su líder neofascista el asesino Leopoldo López les había dado una orden muy parecida: salgan a quemar la ciudad y destruirla hasta que el gobierno caiga.

Cuando llegó la calma y se comenzaron a remover los destrozos y escombros dejados por los guarimberos, se consiguieron las cosas más espantosas entre las cenizas de los escombros, demostrando lo retorcidos que están los opositores.

En una fogata de la urbanización La California, en Caracas, al este de Caracas se pudo observar el cuerpo calcinado de un gatico, repitiendo el mismo guión que en el 2014 cuando rodaron imágenes por las redes sociales de perros y gatos, algunos quemados, otros despellejados, maltratados y algunos pintados con pintura en spray durante sus guarimbas.

Los opositores, que se la pasan invocando a Dios, ángeles, santos y  se hacen llamar “pacifistas”  demuestran con sus acciones que son los seres más aberrantes y nauseabundos y lo que serían capaces de hacerle a cualquier chavista de llegar a tener algo de poder.

 

 

Redacción Lechuguinos