Ovidio Pérez
Foto: Lechuguinos.com

Al clero venezolano al parecer, le hace falta un exorcismo o un baño de agua bendita para que se vayan todos los demonios que los acompañan

Todos piensan en los sacerdotes como almas puras y buenas, llenas de paz y amor al prójimo que los guían por el camino del bien bajo la palabra de Dios. ¡Pues no! Aquí , menos mal que pocos, los curas parecen demonios con sotanas, llenos de odio y resentimiento, que destilan sus más asquerosas ofensas y deseos para el pueblo venezolano.

Aún no sabe si es que el vino de consagrar de la misa de las 6  de ayer estaba vencido o que el padre Ovidio Pérez estaba poseído anoche, lo cierto es que se volvió loco y lleno de odio escribió en su cuenta Twitter al pueblo venezolano, que eran unos miserables y deprimentes por que no terminaban de una vez por todas de sacar al presidente constitucionalmente electo, Nicolás Maduro del poder.

Pobre Papa Francisco seguro él en Vaticano, cree que tiene pura gente noble y cuerda que guíe a las ovejas del rebaño por el camino del cristianismo en Venezuela.

 

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Redacción Lechuguinos