Venezuela es un Estado garante de la paz y de la progresividad de DDHH
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Los Indultos otorgados a opositores, por el presidente Maduro, fueron dados con las premisas de la paz y reconciliación nacional, pero no significa una derrota.

Cuando hay guerras y conflictos colectivos,   la justicia, las leyes y los tribunales dejan de ser los únicos instrumentos para preservar el orden social;  la política se convierte en el medio más indicado y los resultado se miden por la capacidad de pacificación; bajo estas premisas, el presidente Nicolás Maduro, en una estrategia impecable, otorgó los 110 Indultos.

Apostar a eliminar al otro es como apostar a la perpetuidad del conflicto y al agotamiento. Esto nunca se puede llamar victoria, es por eso que esta acción ha permitido de inmediato, bajar la conflictividad y tener el visto bueno de muchos quienes adversan a la Revolución

En cambio, cuando se apuesta por la paz no implica ingenuidad o entrega o derrota; sino esto una de las funciones  de un estatista a quien le corresponde el bienestar colectivo, el fin último es la tranquilidad de la Nación, de todos los venezolanos por igual, sin distingo alguno. Hay que tener en cuenta que sin paz no hay avances políticos, ni económicos, ni cambios sociales  a corto y/o largo plazo.

El presidente Maduro accionó de manera magnánima ante el enemigo de la Patria que es el imperialismo norteamericano, avanzado de manera magistral en el tablero de ajedrez dejando a más de uno boquiabierto y sin argumentos valederos, para continuar su conflictividad.

Para tomar esta decisión fue de suma importancia la Comisión para la Verdad, la Justicia, la Paz y la Tranquilidad Pública, que preside el Fiscal General de la República, Tarek Williams Saab, quien siempre ha trabajado en pro de los Derechos Humanos y la defensa de la justicia y la paz

Redacción Lechuguinos