Lechuguinos

El secretario de Estado de Puerto Rico, Luis Rivera Marín, habló luego de que el gobernador Ricardo Rosselló anunciara la dimisión del funcionario tras el escándalo de chats de telegram.

Se metió con Venezuela y se secó. El ahora exfuncionario puertoriqueño, Rivera Marín, fue uno de los que propició la entrada de una ficticia ayuda humanitaria que nunca llegó a Venezuela echándole la culpa al gobierno bolivariano mientras armaba todo un drama de victimización, solo para cumplir con lo asignado por el imperio estadounidense cual lacayo con mentalidad de colonizado.

Luego del escándalo que involucra a varios funcionarios del gobierno de Ricardo Roselló, en el que se mostraron conversaciones de telegram con calificativos negativos homofóbicos, se burla, ridiculiza a figuras públicas y hace comentarios machistas, el secretario renunció.

«Mi renuncia como Secretario de Estado es una obligación moral», dijo de entrada Rivera Marín en expresiones escritas, pero añadió que desea «que no sea vista como como que responde a responsabilidad alguna que pueda yo sentir por las expresiones que haya realizado en conversación alguna. Pues, repito, no existe razón que trastoque mi conciencia ni tranquilidad. La crisis por la que hoy estamos pasando amerita reflexión». Que no aclare, que oscurece porque los puertoriqueños no los quieren por vendepatrias.

»Me voy con la frente en alto por la labor que me encontraba ejecutando, y profundamente agradecido a mi equipo de trabajo” dijo Rivera Marín.

Sostuvo que «la posición que con orgullo y dedicación he asumido desde el inicio de esta administración, la he ejercido con el mayor enfoque, con el más noble interés y la mayor de las dedicaciones».

Añadió que deja en suspenso «iniciativas encaminadas, proyectos por realizar y una agencia decidida a ejecutar la labor que se nos ha encomendado». Seguramente habla de la labor encomendada por Estados Unidos de dejar a Puerto Rico en crisis como su herencia eterna.

Redacción Lechuguinos-El Nuevo Día PR