Tras su estrepitoso fracaso para derrocar al gobierno de Venezuela, Trump nombró a Elliott Abrams como enviado especial de EE.UU. para Irán, esto pone de relieve la confusión en política exterior de Donald Trump.

«El nombramiento de un agente fallido para una misión imposible y la imposición de la máxima presión contra Irán demuestran la desesperación y confusión en cuanto a política exterior del terrorista y fracasado [presidente de EE.UU., Donald] Trump”, ha indicado este domingo el embajador iraní en Caracas (capital venezolana), Hoyatolá Soltani, en su cuenta de Twitter.

El jueves, el enviado especial del Departamento de Estado de EE.UU. para Irán, Brian Hook, renunció tras dos años de desempeñar el cargo, según un informe, por el fracaso de la estrategia de máxima presión de Washington hacia la República Islámica.

Hook fue reemplazado por Elliot Abrams, quien en 2003 fue uno de los arquitectos intelectuales de la invasión de Irak y que ha liderado la infructuosa campaña de EE.UU. para derrocar al Gobierno de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro.

Por su parte, el portavoz de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi, aseguró el viernes que, para Teherán, “no hay diferencia alguna entre [el exasesor de Seguridad Nacional de EE.UU.] John Bolton, Brian Hook o Elliott Abrams, pues, cuando se trata de la política estadounidense hacia Irán, los funcionarios estadounidenses aspiran a más de lo que pueden abarcar. Lo mismo se aplica a [el secretario de Estado] Mike Pompeo, Donald Trump y sus sucesores”, ha subrayado.

Lo cierto es que Trump y su alocada política exterior lo han convertido en el hazmereir mundial tras su fracasado plan junto con Abrams en Venezuela y ahora intentando ver que pueden hacer en Irán.