Si bien algunos referentes de la región cuestionaron la subversión del orden constitucional en Bolivia, otros no solamente no lo condenaron sino que lo celebraron abiertamente al definirlo como un supuesto alzamiento popular. Es el caso del presidente estadounidense Donald Trump, el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó y el presidente brasileño Jair Bolsonaro.

Con bombos y platillos, Trump calificó a la renuncia de Morales como un “momento significativo para la democracia del hemisferio occidental”, e inclusive felicitó a las fuerzas armadas que lo presionaron.

“Estados Unidos aplaude al pueblo de Bolivia por demandar libertad y a los militares bolivianos por cumplir su juramento de cumplir no solo a una persona, sino a la Constitución”, adujo.

Por su parte, el opositor venezolano Juan Guaidó habló de “un fresquito de libertad” en Venezuela tras la renuncia de Morales y exhortó a los venezolanos a protestar contra el gobierno de NIcolás Maduro.

“No sé si hay una brisa por Sudamérica o un huracán boliviano de democracia, pero yo siento un fresquito de libertad”, expresó Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como presidente encargado de Venezuela por Estados Unidos y los países aliados.

“Hoy, la solución que requiere Venezuela (…) pasa porque todos ejerzamos con fuerza nuestro derecho en la calle”, agregó en referencia a marchas que previamente había convocado para el sábado en todo el país.

El ultraderechista Bolsonaro también celebró la renuncia forzosa de Morales y opinó desde Brasil sobre el proceso electoral que se desarrolló en Bolivia al denunciar llanamente un “fraude electoral”.

“La lección para nosotros es la necesidad, en nombre de la democracia y la transparencia, de contar los votos que se pueden auditar. ¡El VOTO es un signo de claridad para Brasil!”, escribió en Twitter. Luego, subió una foto suya con la banda presidencial y la frase “gran día”.

Previamente, había puesto también en tela de juicio las denuncias contra las fuerzas bolivianas. “La palabra golpe se usa mucho cuando pierde la izquierda, ¿verdad? Cuando ganan, es todo legítimo, pero cuando pierden, es un golpe. No entraré en su narrativa allí. La izquierda dirá que hubo un golpe ahora”, aseguró Bolsonaro.

Latinoamericapiensa