La Administración Nacional de Seguridad Nuclear de EEUU (NNSA por sus siglas en inglés) anunció el fin del ensamblaje de la primera bomba nuclear B61-12 la cual puede ser transportada y lanzada desde cualquiera de las aeronaves con las que cuentan sus Fuerzas Armadas.

De acuerdo con reportes de la agencia RT esta nueva bomba atómica con la que cuenta EEUU tiene la peculiaridad que no requiere paracaídas y por el contrario cuenta con sus propios motores incorporados y consta de un sistema de guiado instalado en la cola que contiene un subsistema de navegación inercial asistido por GPS.

La tecnología instalada en este sistema de armas permite que las aeronaves portadoras no necesariamente tengan que volar por encima de los objetivos planteados. Se prevé que estas bombas guiadas de caída libre serán portadas tanto por bombarderos estratégicos como por aviones tácticos.

Además los reportes de la prensa internacional señalan que estas bombas reemplazarán todas las bombas de los tipos B61 y B83 en servicio desde la época de la Guerra Fría.

Además de para los cazas furtivos F-35A, se espera que en el futuro la bomba B61-12 sea certificada para su uso desde los cazabombarderos F-15E, F-16C/D y F-16 MLU, los cazas europeos Panavia Tornado PA-200 (desarrollados durante la Guerra Fría), así como los bombarderos sigilosos B-2 Spirit y los futuristas bombarderos B-21 Raider, todavía en desarrollo.