insultos
Foto: lechuguinos.com

La ignorancia y falta de razón unido al desprecio por el pueblo hace una dupla letal no apta para algunos políticos llenos de insultos.

La ignorancia y falta de razón hace que algunas personas caigan en ofensas innecesarias, esto, unido a la misoginia y el desprecio por el pueblo hace una dupla letal no apta para los que llenos de insultos, desean ser guías y liderizar grupo de ciudadanos. Esto vale desde un equipo de fútbol, hasta una diputación o presidencia de la República.

Creemos que el autoproclamado candidato de la Mesa de la Unidad Henry Ramos Allup, emulando a su padre político el patán y déspota de Rómulo Betancourt, y haciendo alarde a la frase célebre “adeco es adeco hasta que se muere”,  debería cambiar de asesor de imagen o por lo menos conectar la lengua con las neuronas a la hora de  dirigirse a las pocas masas  que lo siguen y sobre todo cuando está en presencia de los medios de comunicación.

En días pasados, desde el estado Zulia, esperamos que sea por el vaporón que hace en la tierra del sol amada, unido a los problemas de tensión que por la edad padece  el diputado; Ramos Allup soltó una metralleta de insultos dirigidos a dirigentes del chavismo,  miembros del gobierno nacional y lo que se vio peor y más nauseabundo fue la sarta de ofensas que lanzó contra nuestra honorable canciller, que por muchas diferencias políticas que pudieren existir, no debe olvidar que es una mujer a la que se le debe respeto.

En menos de 2 horas, Ramos Allup calificó a ministros, gobernadores, al vicepresidente y hasta al presidente de pillos, ladrones, cobardes, narcotraficantes, imbéciles, estúpidos y pare usted de contar.

Pero la misoginia de este señor se desató al tocar el punto de nuestra honorable y patriota canciller Delcy Rodríguez, de la cual dijo: “Ahora la canciller estúpida que hace la diplomacia con los pies me quiere demandar por vilipendio y no se qué cosa (…) renuncia, vaga e inútil”.

Nos imaginamos como tratará el ofensivo y vulgar de Ramos Allup a su esposa e hijos cuando, en algún momento desobedezcan alguna orden recibidas por este patán.

 

Redacción Lechuguinos