El Enviado Especial de Venezuela ante Irán, Alex Saab insistió en su llamado a la justicia mediante una carta recibida por medio de sus abogados, a un día de que su caso sea revisado nuevamente este 13 de agosto en el Tribunal Constitucional de Cabo Verde.

A continuación, el texto íntegro de la misiva del embajador venezolano Alex Saab:

¡NO HAY RETROCESO, NO HAY RENDICIÓN!

Compatriotas venezolanos;

Hoy, a 1 día de la audiencia ante la Corte Constitucional donde tampoco me fue permitido asistir, se cumplen 427 días desde que fui secuestrado en la República de Cabo Verde por instrucciones directas de los Estados Unidos.

En ese momento me encontraba como Enviado Especial al servicio del Estado desde abril 2018, siempre en misiones especiales humanitarias pacíficas, bajo las instrucciones del presidente Nicolás Maduro para atender necesidades del país, básicas, como lo son los alimentos y las medicinas, entre otros.

Enfatizando, viajaba en calidad de Enviado Especial, cargo que tuve la humildad y el honor de aceptar en el año 2018, precisamente para garantizar que pudiera viajar libremente y sin obstáculos por parte de quienes se dedican a las ilegales sanciones unilaterales contra la República Bolivariana de Venezuela.

Como nación hemos sido bendecidos con un Presidente que solo quiere lo mejor para el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela. El liderazgo del presidente Nicolás  Maduro y de sus principales colaboradores ha logrado que, a pesar de los esfuerzos de los Estados Unidos por imponernos su voluntad política y por imponernos sus leyes de manera extraterritorial, Venezuela haya podido contar con la confianza y la amistad de muchos años de la Federación Rusa, la República Popular China, la República Islámica de Irán, la República de Cuba y la República de Turquía, entre muchísimos aliados más, para lograr que no solo hayamos sobrevivido a las sanciones ilegales, sino que estemos viendo el inicio de la recuperación económica.

Lo que hoy me ha pasado a mí, mañana le puede pasar a cualquier otro. La Federación Rusa ha lanzado hoy un claro y contundente recordatorio a Estados Unidos y a Cabo Verde de que el derecho internacional existe para protegernos.

Hay normas que existen desde hace siglos que rigen los movimientos de los diplomáticos y agentes políticos y que están ahí para proteger a todos los diplomáticos y agentes políticos, no solo a los que doblan la rodilla ante una bandera extranjera.

Como dice el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa el día de hoy, «extraditar a un diplomático de un tercer país tiene un impacto negativo en las relaciones internacionales y puede tener un «efecto boomerang» para cualquier país, incluyendo a los propios Estados Unidos, así como para otros Estados involucrados en juegos peligrosos con el derecho internacional».

Nuestro país comienza a ver los frutos de las políticas económicas del presidente Nicolás Maduro y su equipo, y es importante recordarlo mientras nos preparamos para las elecciones del 21 de noviembre. Nuestra fuerza es nuestra unidad. Nuestra unidad mostrará al mundo la transparencia de nuestro Gobierno. Por eso debemos arrasar en estas elecciones.

Por más que algunos funcionarios de Estados Unidos lo hayan intentado, ya sea con palabras o con armas, utilizando «pseudo-patriotas pagados», que saltan y bailan como monos con cadena en un mercado de pueblo para luego buscar refugio en España, Colombia y, por supuesto, en Estados Unidos, jamás han podido ni podrán doblegarnos.

La mayoría ha vendido su dignidad a cambio de pasaportes estadounidenses y dinero.

Solo les interesa contarle al mundo infamias contra Venezuela y nunca el mal que ellos nos han causado.

No hemos invadido otros países, no hemos tratado de imponer nuestra filosofía a otros. Nuestros dirigentes han demostrado una y otra vez que creemos en la coexistencia pacífica y respetamos la soberanía de otras naciones, como exige la Carta de las Naciones Unidas. Pero, ¿se nos reconoce esto en los medios de comunicación? No, porque la paz no vende papel de prensa, la paz no vende espacios publicitarios y la paz no da a los subjetivos presentadores de los programas de entrevistas nada que de hablar.

Hemos sobrevivido gracias a nuestra unidad y porque sabemos que la rendición no es una opción.

No somos como algunas naciones que no tienen recursos y, por lo tanto, se ven empujadas a doblar la rodilla y tender la mano como mendigos. Somos una nación bendecida con todos los recursos naturales en abundancia.

Lamentablemente los «patriotas a sueldo» cantaron y bailaron a las órdenes de otros y no de su patria y siguen denunciando cualquier iniciativa que se tome para mejorar la vida del pueblo de Venezuela como si fuese algo irregular.

Permítanme terminar diciendo que soy hombre de una sola palabra, que no cambia sus valores y principios por las circunstancias en las que este hoy o mañana.

No importa lo fuerte que griten los pseudo-periodistas, ni las presiones de otros Estados, yo nunca le daré la espalda al pueblo de Venezuela ni a nuestro presidente Nicolás Maduro.

Leal siempre

¡Venceremos!