Temer
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A pesar de todas las huelgas en rechazo, Temer expresó que igualmente aplicará paquetazo neoliberal

 

Michel Temer,  presidente de facto brasileño, está  impulsando un programa de reformas neoliberales y aseguró que continuará con su plan aunque sigan las protestas en la nación amazónica, donde el pueblo ha manifestado de diversas formas en contra de las medidas impuestas por este.

Por ende antes de un encuentro con el ministro de Finanzas, Taro Aso, Temer declaró a periodistas en Sao Paulo que medidas neoliberales serán aplicadas “con o sin protestas”, esto como muestra de que no les importa lo que piense el pueblo.

De tal manera, el  rechazo al paquete de medidas neoliberales que pretende aplicar el Gobierno de facto en Brasil, llevó a los sindicatos a realizar una huelga general, algo inédita para la sociedad brasileña en los últimos años.

Asimismo, Temer insistió en que las reformas económicas y laborales que ha propuesto “generan en un primer momento objeciones y contestaciones “, sin embargo, “con el tiempo” será reconocida su “necesidad”.

Seguidamente una de las reformas más polémicas, que aún debe ser discutida por el Senado, fue aprobada esta semana en la Cámara Baja en primera instancia y propone una amplia modificación de las leyes laborales.

Por esta razón uno de los puntos de mayor controversia plantea que “lo acordado valga por encima de lo legislado”, lo cual daría valor legal a los convenios pactados entre trabajadores y empleadores, aun cuando no se ajusten totalmente a las normativas en vigor.

Cabe puntualizar que la reforma laboral es acompañada por una ley, ya aprobada, que regula la llamada “tercerización” o subcontratación y permite que las empresas conviertan a sus empleados en prestadores de servicios en cualquiera de sus actividades.

El Gobierno de Temer tiene una tasa de aprobación de apenas nueve por ciento, mientras que el 61 por ciento de la población lo califica de malo o pésimo, indicó el diario Folha de Sao Paulo al divulgar un sondeo.

Para finalizar es de acotar que los datos muestran además que el 28 por ciento de la población considera el actual Ejecutivo brasileño como regular, mientras que otro tres por ciento no supo responder. En diciembre un 51 por ciento de la ciudadanía consideraba malo o pésimo al Gobierno de facto.

Redacción Lechuguinos