Un grupo de mercenarios colombianos protestaron en contra del gobierno de Estados Unidos para que se les reconozca como “veteranos de guerra” y dejen de ser tratados como “carne de cañon” por sus servicios en la guerra contra Irak y Afganistán.

Además, los mercenarios colombianos, concentrados en Miami en las afueras de las Embajadas de EEUU en Bogotá, Lima y Washington, exigieron se les otorgue la residencia legal en Estados Unidos.

«Lo ven a uno como si fuera basura, que la vida de uno no es considerada para nada, como si uno no fuera un ser humano, como si uno fuera un perro, nosotros le decíamos a esas posiciones la casa del perro porque eso era lo que era”, manifestó uno de los mercenarios colombianos, Francisco Landínez.

Landínez era un militar colombiano que participó en la guerra de Afganistán, contratado por una empresa privada de seguridad de las que aparecieron desde la presidencia de George Bush hijo con Blackwater.